La muerte en «Historia de una madre»
Ayer, 2 de noviembre, fue el día de nuestros difuntos. Un día que nos honra, nos interpela y que dista mucho de ser la ocasión para burlar nuestros cementerios, como ocurrió en nuestro país el reciente Halloween.
La muerte es uno de los grandes e ineludibles temas de nuestra existencia. Una realidad ambivalente, que nos llena de esperanza ante el próximo y definitivo encuentro con Dios, pero que también nos cuesta y entristece, porque no queremos separarnos de nuestros seres queridos.
Hoy Andersen nos enriquece con una nueva mirada, que alienta especialmente a las madres que –como María– han perdido a un hijo: Historia de una Madre.