Seguramente te haz dado cuenta que hay un momento de la misa, cuando se presenta el pan y el vino, en el que suele pasarse entre los asistentes una cesta para recolectar dinero. El sentido de esa colecta económica es la compartición de los bienes, según el Misal Romano.
Con el gesto de pasar la cesta en el momento del ofertorio, los cristianos estamos llamados a añadir a nuestra aportación espiritual al sacrificio de la misa, la aportación material, para los pobres o las necesidades de la Iglesia . Por supuesto, siempre libremente según la propia conciencia.
¡Recuerda que tu aporte es expresión de lo que ofreces de ti mismo!
Fuente: https://es.aleteia.org/