Literatura infantil y valores

Miércoles 10 de Mayo, 2017


 

Por María Luisa Lecaros, Profesora de Castellano y Periodista U.Católica, Máster en en Matrimonio y Familia U.Navarra

Vamos a cazar un oso

Ilustr.: Helen Oxenbury
Trad.: Verónica Uribe Barcelona: Ekaré, 2015

«Vamos a cazar un oso, un oso grande y peligroso. ¿Quién le teme al oso? ¡Nadie! Aquí no hay ningún miedoso». Es la invitación de papá que, repetida al comienzo de cada página, recrea la tradición inglesa en voz del poeta Michael Rosen. No recibe respuesta verbal; como buen álbum ilustrado, responden las magníficas ilustraciones que llevaron a la artista Helen Oxenbury a obtener la prestigiosa medalla Kate Greenaway.

El argumento de la historia es simple: un matrimonio y sus tres hijos emprenden un viaje a pie, con el desafiante objetivo de cazar al más temido animal. En el trayecto deberán superar numerosas pruebas, cual héroes de los cuentos tradicionales, como la de atravesar el espeso y pegajoso barro o soportar la tormenta de nieve. Cuando logran llegar a la cueva, el oso los empieza a perseguir. En ese momento comienza la huida, en que se repetirá la secuencia de pruebas hasta llegar a casa. Entonces descubren al oso empujando la puerta, pero afortunadamente la alcanzan a cerrar. «¿Quién quiere salir a cazar un oso?», vuelve a preguntar papá a sus hijos, y así concluye el relato. El libro transmite con gran vivacidad cómo en la familia se aprende la convivencia humana y cómo “la familia introduce la fraternidad en el mundo” (Papa Francisco, 18 de febrero de 2015). Esto lo observamos en cada una de las imágenes, como es aquella en que atraviesan el río, en que el papá carga al bebé sobre sus hombros, mientras el hermano mayor ayuda al pequeño y cada cual se hace responsable de sus zapatos.



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