Invitados al cambio y la conversión en Cuaresma

Martes 11 de Marzo, 2014


 

Los asistentes a la celebración de la Santa Misa de miércoles de ceniza vivieron el momento con gran devoción y participación.

En su homilía nuestro párroco el padre Jorge Barros aseguró que "desde hoy todo cambia. Cambia el ritmo y entramos en el camino de la Cuaresma que nos prepara a celebrar el paso del Señor de la muerte a la vida. En este día podemos apreciar signos que nos hablan fuertemente. El color morado, signo de penitencia y de esperanza. Las cenizas como expresión de la fragilidad humana. Los cantos que cambian de tonalidad y de contenido para expresar el llamado a la conversión que la Iglesia hace a todos sus hijos. Se nos invita también a ser más generosos que nunca en este tiempo y la Iglesia nos llama a la penitencia por nuestros pecados y también por los de la humanidad entera. Todos estos signos son exteriores pero deben responder a una intención interior de quere cambiar convertir el corazón".

Agregó que la Cuaresma es un tiempo de conversión, de cambio que nos ayuda a colocar por obra esas palabras pronunciadas por Jesús al comenzar su ministerio, su misión y que meditamos en el tercer misterio de la luz: "Conviértanse porque el Reino de los Cielos ha llegado". 

El padre llamó a los asistentes a intentar de dejar de lado todo lo que rompe la relación con Dios que es nuestro padre. "Porque cuando uno muere ya no tiene tiempo para cambiar, se acaba el tiempo del cambio. Es en este mundo, en esta tierra que se nos ofrece esta posibilidad admirable de cambiar nuestra vida. Cuantos hombres a lo largo de la historia cambiaron y llegaron a ser grandes modelos de vida cristiana. Por qué no preguntarnos esta tarde ¿Por qué yo no puedo cambiar como ellos que fueron hombres y mujeres iguales a nosotros y quizás con menos formación, con menos cultura, con menos medios? Y sin embargo cambiaron lo que tenían que cambiar".

"Alguien podría preguntarse ¿De qué tengo que convertirme? ¿Para qué tengo que cambiar? San Alberto Hurtado con esa agudeza que lo caracteriza tiene una frase que puede ayudarnos a entender la respuesta. Decía que el hombre y la mujer cristiana a fuerza de respirar el aire materialista se va impregnando de él. Y el Papa Juan Pablo en el año del Jubileo pidió perdón con humildad por todos los pecados de los miembros de la Iglesia. Somos pecadores. Todos tenemos que convertirnos cada día al Señor de aquello que nos separa de Él. Es evidente como nos afecta a todos el ambiente en el cual vivimos con formas de pensar y de actuar que no son siempre cristianas. Tal vez una forma de darme cuenta que necesito la conversión es que me conformo con lo que soy, con lo que he llegado a ser en el terreno del Espíritu y no quiero más. No quiero dar un paso más en el servicio a Dios y la Iglesia. No deseo que nadie me exija más de lo que yo quiero dar. En el fondo quiero yo colocar los límites. A esa persona que piensa así se le puede haber olvidado un gran pensamiento de San Agustín que dice que el que no avanza, el que no se desarrolla, el que no crece en el terreno del Espíritu, tiene una sola dirección: retrocede", enfarizó. 

El Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma. Se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana Santa, es decir, del Domingo de Ramos. La ceniza es elaborada o extraída de los Ramos Benditos de la Semana Santa anterior, es decir, los del Domingo de Ramos, estos se incineran y de ahí sale la Santa Ceniza.



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