Silvia Bozzo, perteneciente a la Asociación de Hijas de San Francisco de Sales sostuvo la tarde del miércoles 12 de octubre, una interesante charla junto a nuestra comunidad, abordando aspectos esenciales de la vida de San Francisco de Sales, patrono de periodistas y escritores, además reconocido como doctor de la iglesia Católica.
Hijo de padres muy piadosos, Francisco fue un joven irascible, más que travieso, que con el tiempo llegó a ser el santo afable y cercano que recordamos. Pese a que sus padres querían que siguiera la abogacía, el joven Francisco estudió leyes y también teología, ya que tenía en su interior una fuerte inquietud por la vida religiosa. Se recibe en ambas carreras, siendo muy preparado, culto e inteligente.
Fue ordenado sacerdote para llenar una vacante que se había producido en Saboya, una zona muy adversa al ministerio pastoral que tenía que ejercer, donde habían muchos herejes, corre muchos peligros y no es muy querido en un principio. Se dedica a escribir sus máximas (frases célebres) que hace llegar a todos los hogares como una manera de ir evangelizando, poniendo sus escritos de una forma muy sutil, haciendo vida su frase: "Todo por amor, nada por la fuerza". “Para él un signo importante es el amor. La novedad es que uno pueda conocer a alguien, en este caso un santo, y que en la medida que lo conoces te conduce al encuentro con Jesús”, reflexionó la expositora quien además animó a la comunidad “a seguir un camino que nos lleve a un encuentro definitivo con nuestro creador”.
Revisando el contexto histórico en que transcurrió la vida de San Francisco de Sales (1567- 1622), la expositora explicó que en esos años, “la piedad, el camino de santidad, estaba reservado a aquellos que estaban consagrados, a los religiosos, religiosas y sacerdotes pero para los laicos no estaba en la mentalidad”. En ese contexto, siguió, San Francisco tiene la genialidad de llevar ese mensaje de santidad a todos, de abrir este camino a los laicos. Él dijo que todos podemos y debemos entrar en la santidad. En este espíritu inicia su libro Las controversias, escribe y escribe y así inicia la transformación de las personas.
En el año 1604 conoce a San Juana Francisca de Chantal y escribe la Introducción a la vida devota, que recoge su experiencia con personas de distinta condición de la época; luego escribió el Tratado del amor de Dios.
“San Francisco de Sales fue un hombre sencillo, afable que nos da ejemplos de vida, su gracia es la simplicidad, la capacidad de llegar al otro en una forma natural, no a la fuerza”, señaló Silvia.
Un rasgo particular de San Francisco de Sales es que insistía muchísimo en las obras de misericordia tanto corporales como espirituales porque las pueden desarrollar desde el más pequeño al más grande, en cualquier parte.
Al finalizar su charla, Silvia compartió algunas frases y pensamientos de San Francisco de Sales: “No pierdas el tiempo soñando ser otro, no intentes ser otro, trabaja y ora para ser tú mismo. Se el que tú eres donde estés”.
