La acción misionera en las periferias

Miércoles 11 de Diciembre, 2013


 

Les ofrecemos el texto completo de la reflexión de Roberto Holmes, agente pastoral de nuestra parroquia, durante la cena de fin del año 2013.

El Papa Francisco nos ha solicitado salir a misionar a la periferia y hoy hemos querido hacer una breve reflexión sobre la acción misionera en estas periferias:

Todos los que estamos aquí estamos cumpliendo alguna tarea encargada por nuestro párroco, estamos realizando alguna misión. Generalmente estas misiones están focalizadas en ámbitos con necesidades muy explicitas, muy visibles y con ello estamos dejando sin nuestra ayuda a todo aquello que está más allá del alcance de nuestra primera mirada, a las otras periferias que están ocultas a nuestros ojos.

Todo  lo  que no está integrado a nuestra vida personal, familiar, parroquial y eclesial, es periferia. El foco de nuestra acción misionera debe reconocer todos estos ámbitos … hay muy diversas periferias, algunas muy cercanas, otras muy lejanas:

-  los marginados, los no acogidos … hay que abrir espacios de acogida, integración y participación activa para ellos.

-  los desencantados … hay que volver a encantarlos con nuestro testimonio personal y como familia de hermanos en la fe.

-  los que tienen sus pensamientos y sus corazones con un vacío de Dios … hay que llegar a esos espacios vacíos con mucha humildad y prudencia para sembrar las semillas de luz para que el Señor las haga germinar.

Es necesario estar atentos a las necesidades, conocerlas, comprenderlas y trasladarnos a esas periferias … situarnos en ellas … estar ahí … entregarnos con mucho amor … llevar esperanza con mucha ternura … que se vea a Jesús en lo más profundo de nuestro testimonio.

Muchas de estas periferias están muy cerca de nosotros y no las vemos, siempre pensando en que las periferias están distantes y que solo se manifiestan en la pobreza material. El sufrimiento tiene muchos rostros y Jesús nos ha enseñado a acoger a cada uno de ellos, pero para eso debemos estar vigilantes y dispuestos.

La comunicación profunda y sincera entre el corazón del que misiona con el corazón del misionado es esencial para que en ese bello acto se haga presente Jesús. No basta con cumplir la ecuación entre el dar y el recibir como una transacción impersonal que queda en la externalidad de las personas, porque Jesús espera que en ese acto haya una transformación sincera de los corazones porque ese es el verdadero destino de la misión, el dar amor y el sentirse amado.

Cada uno de nosotros en las distintas tareas parroquiales y a la luz de lo que el Papa Francisco nos ha encomendado podemos avanzar en la reconstrucción misionera de la Iglesia, el nos ha pedido “salir a buscar” con una mirada amplia y generosa para reconocer esas periferias y asistirlas con verdadero amor cristiano.

 

Robert Holmes & María Isabel Harvey                                      Diciembre 2013



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