Como ya es costumbre de todos los años, El Papa Francisco se dirigió el día viernes 25 de diciembre, a todos los fieles del mundo en su mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) por la Navidad.
En su discurso se refirió al Año de la Misericordia enfatizando en la importancia de creer en la misericordia de Dios para salvar el mundo: “Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella. La gracia de Dios puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables”.
Además en su mensaje, destacó la importancia de pedir por la paz en el mundo en un año que se ha caracterizado por los conflictos y las guerras principamente en Irak, Siria, Ucrania, países de África, Libia y Líbano Burundi. Recordó a los israelíes y palestinos y pidió especialmente por las víctimas de los atentados terroristas en París, Egipto y otros lugares del mundo.
No dejemos de rezar por nuestro Santo Padre para que pueda seguir siendo un verdadero testigo del amor de Dios para el mundo entero.