El Cerro Manquehuito se convirtió el sábado 31 de agosto, en el escenario perfecto para hacer deporte y celebrar la Eucaristía.
Con un amanecer que prometía un hermoso día, un grupo fieles de las parroquias San Francisco de Sales y Santa Teresa de los Andes, salieron temprano con tenida deportiva rumbo al cerro Manquehuito.
Ese día acompañó un cielo despejado y un radiante sol, hermosa postal que acompañó el ascenso en un clima de reflexión y unidad.
Luego de caminar unas 3 horas hacia la cumbre, nuestro párroco, el padre Francisco, junto al párroco de Santa Teresa de Los Andes, padre Samuel Arancibia, dispusieron todo para la Misa en las alturas.
El altar, los ornamentos litúrgicos y las voces de los participantes que acompañaron la Misa, fue un momento conmovedor.
Luego, los participantes descendieron del Cerro Manquehuito con el corazón lleno de gratitud y con la certeza de haber experimentado algo verdaderamente especial.
Fue una jornada de verdadera emotividad, en la que cada participante pudo elevarse en el plano físico como espiritual.