Próximos a la celebración del día de nuestro patrono, San Francisco de Sales, compartimos su vida y obra, invitándote a recordar su camino de fe que nos guía como parroquia.
Proveniente de una familia noble y fervientemente devota, Francisco de Sales nació el 21 de agosto de 1567 en el Castillo de Sales.
Hijo de Francisco de Sales de Boisy y Francisca de Sionnaz, manifestó un profundo seguimiento a San Francisco de Asís.
A los 13 años se fue a París para estudiar con los Jesuitas. Luego ingresó a la Universidad de París y posteriormente a la de Padua, donde destacó en estudios de Derecho y Teología, cumpliendo así los deseos de su padre.
Su excepcional formación académica culminó con la obtención del doctorado en derecho canónico y derecho civil. Brilló en el ámbito académico y también, en sus escritos que perduraron en la historia, motivo por el cual la Iglesia le otorgó el tituló de Patrono de Escritores y Periodistas Católicos.
El 18 de diciembre de 1593, Francisco fue ordenado sacerdote y decidió iniciar su ministerio entre los pobres. Su labor apostólica se extendió a las comunidades religiosas de su diócesis, dejando un legado de compasión y servicio.
A los 55 años, fatigado por su incansable labor, Francisco de Sales partió de este mundo.
El Papa Alejandro VII lo proclamó santo en 1665 y en 1877 fue honrado con el título de Doctor de la Iglesia.
También es ilustre patrono de la Familia Salesiana, fundada por Don Bosco.
Las palabras de San Francisco de Sales resuenan en el tiempo. Es por ello que te compartimos algunas de sus frases más conmemorativas:
· Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo.
· Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrad siempre con tranquilidad y calma.
· Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando.
¡Celebremos este día con la Misa en honor a nuestro patrono este miércoles 24 de enero a las 19:00 horas.
¡Te esperamos!