El encuentro se enmarca en la tradición de ofrecer a los catequistas un espacio, en que una vez al año, puedan reunirse para orar, formarse, compartir, celebrar y fortalecer su vocación. Este año el lema que lo encabezó fue: “Catequista signo de esperanza, custodio de la memoria de Dios”.
El tema que se abordó fue el del ministerio laical del catequista, que permitió puntualizar los aportes y desafíos, a los cuales los catequistas se ven enfrentados para evangelizar en la actualidad. El Padre Rodrigo Cordero Torres, Director del Departamento de Catequesis, ayudó a reflexionar, señalando que "este es un tiempo para interpretar lo que nos toca vivir en este ministerio laical, que nos invita a redescubrirlo y evolucionar, dando nuevas formas a la misión encomendada por Jesús".
Se realizó de forma híbrida, en modalidad presencial en Espacio Riesco con aforo para 250 catequistas, y el resto, participó a través de la plataforma Zoom y de las redes sociales.
Oramos juntos, sobre todo por nuestros niños y sus familias, cantamos mucho, reflexionamos sobre los desafíos que se nos presentan en la catequesis y que cada año cambian. Compartimos nuestras experiencias, es una jornada donde vemos como Dios se manifiesta en todo y en todos.
Siempre se hace demasiado corta, porque el catequista es por naturaleza un comunicador ¡tenemos mucho que compartir!.
Este año pudimos volver a participar presencialmente y ¡Nos hacía falta!
Como siempre salí feliz, muy agradecida a Dios por hacernos catequistas, “custodios de su memoria”, testigos de su amor, portadores de esperanza, una tarea grande y hermosa que nos excede, pero que finalmente uno entiende que es Dios quien conduce y sostiene".