Las buenas noticias se comparten, más aún cuando nos llenan de orgullo. Hoy, les presentamos la historia de Marcela, una de las becadas de la emblemática campaña "Cambiemos el futuro".
Hace años, el equipo de pastoral social ha encabezado este proyecto, al que muchos miembros de la comunidad parroquial se han sumado como padrinos de estos jóvenes. Gracias a todo este compromiso, hemos sido testigo de cómo este proyecto ha impactado de manera positiva en la vida de muchos becados que van cumpliendo su sueño: ser profesionales para mejorar la calidad de vida de ellos y sus familias.
Te invitamos a conocer su historia:
A los 19 años, quedó embarazada de Ignacia Catalina, como ella dijo: "El gran amor de su vida", producto de ello suspendió su sueño de estudiar por "dedicarse 100% a su hija y a trabajar".
Las ganas de tener una carrera no cesaron y a los 25 años, con su hija más grande, tomó la decisión de estudiar. "cuando le dije a mi familia sentí siempre su apoyo y me motivaron mucho, por sobre todo mi hermana", recordó que "un día mi hermana me tomó la mano y me llevó a recorrer diferentes universidades. Yo me sentía demasiado ansiosa, tenía miedo". Le dijo a su hermana que "no sabía si sería capaz de pagar la carrera ni tampoco de aprender y cumplir con todo lo que implica estudiar". Finalmente Marcela, se matriculó en la carrera de Ingeniería Comercial de INACAP.
El proceso de estudio
No todo fue fácil, ya que "en la primera evaluación obtuve un 3,3 en matemáticas, jamás me olvidaré de ese momento. Habían pasado 7 años desde que salí del colegio". Además, comentó que "ese día, llegó a la casa muy frustrada por la nota y también preocupada por encontrar un trabajo que le permitiera solventar la carrera y sus gastos".
Precisamente en esos días de oscuridad que estaba atravesando "apareció un ángel en mi vida, el Padre Pablo Mora, párroco de la Parroquia Jesús Servidor de Lo Hermida en Peñalolén, quien me dijo - me falta una chiquilla con ganas de estudiar para ayudarla a postular al programa de becas "Cambiemos el futuro"- el Padre desconocía que yo había comenzado a estudiar hace poco, por lo que sentía que me había ganado la lotería, era el último ticket ganador para mí. Fue una tremenda felicidad, un alivio también para mi familia en términos económicos, ya que la beca financió la mitad de mis estudios, ahora solo debía enfocarme en los estudios".
Marcela comenzó a dedicar muchas horas de estudio, sobre todo a aquellos ramos en los que sentía que no le estaba yendo del todo bien: "Cada hora de estudio comenzó a dar frutos, me empezó a ir muy bien, tan bien que me mantuve en el ranking de los mejores alumnos con distinción académica". Esto se continuó durante toda su carrera.
Además, con alegría y emoción nos contó que "el primer año de estudios coincidió con el primer año de colegio de mi hija", recordó que "nos sentamos a estudiar juntas, fue un periodo entretenido, pero también, agotador; especialmente cuando comenzaron las fechas de los exámenes, ya que concordaban con los de mi hija. Aun así, es entretenido recordar que llegábamos a la casa a compartir cómo nos había ido o decir alegremente que ella o yo nos habíamos sacado un 7, mi familia no podía más de la alegría y orgullo".
"Todo este proceso de estudio me permitió confiar en mis capacidades, agradecer todo a Dios y corroborar que querer es poder".
Conociendo a sus padrinos
En el primer encuentro con los padrinos organizado por nuestra Parroquia, ella recuerda que "fue muy emocionante poder ver el rostro de las personas que trabajan en este proyecto, con tremenda dedicación, ellos han hecho posible el sueño de tantas personas como yo, de estudiar a través de la beca 'Cambiemos el futuro'. Me sentía realmente feliz.
Además, me informaron que dentro del programa también había obtenido el reconocimiento como la mejor alumna. Aseguro que mis ganas de terminar pronto la carrera, de ser un gran ejemplo para mi hija, de lo tremendamente agradecida que me sentía de esta oportunidad, que debía aprovechar al máximo todo, me llevaron a obtener estos reconocimientos.
Hoy, quiero agradecer a los 4 padrinos que tuve, ellos con sus aportes generosos, permitieron cumplir mi gran sueño de estudiar, y todo esto sin necesidad de recibir algo a cambio, es realmente maravilloso lo que ustedes hacen. Además, mis padrinos se dieron el tiempo de acompañarme en el proceso, con sus consejos y felicitaciones, se alegraban de mis logros y sus hijos compartían con mi hija. Gracias por ese acto de nobleza y de amor por el prójimo".
Marcela se tituló en marzo, por lo que aplaudimos desde nuestros hogares a la nueva Ingeniera Comercial, quien obtuvo el segundo lugar de su generación.
Ella, nos comentó:
"Me enamoré de mi carrera, me hace realmente feliz ¡lo logré! Ahora vienen nuevos desafíos por asumir, debo encontrar trabajo, quiero seguir especializándome. Gracias infinitas a todas las personas que dedican su tiempo y amor en este proyecto, decirle a los actuales becados, que aprovechen esta oportunidad, demuestren de lo que son capaces. Hagan felices a sus padrinos y madrinas de beca, y siempre confíen en Dios, Él tiene algo muy especial para cada uno de nosotros.
A los padrinos: agradecer nuevamente por la confianza puesta en nosotros y que Dios los rodee de cosas bellas en sus vidas, serán eternamente bendecidos por este bello gesto de amor, al igual que las personas que administran este proyecto".
Para finalizar, Marcela nos dijo emocionada: "uno de mis anhelos cuando esté trabajando, es poder seguir su legado, y yo apadrinar a un joven para ayudarlo a cumplir sus sueños".
¡Felicidades Marcela!
¿Te gustaría ser madrina o padrino de la campaña "Cambiemos el futuro"?
Para obtener mayor información debes contactarte de manera directa con Florencia Domeyko o Paulina del Villar:
Llamando o escribiendo por WhatsApp al: +569 81216021 / +56 9 9699 9669
Enviando un correo a: SFSSolidaridad@gmail.com
