"Soy la Virgen de los Pobres...
... Crean en Mí, Yo creeré en Ustedes"
Ante la extrema gravedad de la hija de un miembro de nuestra comunidad parroquial aquejada por el COVID-19 se envió una súplica al santuario de la Virgen de los Pobres en Banneux, Bélgica, obteniéndose la gracia de la recuperación de la persona afectada.
La imagen de la Virgen de los Pobres, que está dentro de nuestro templo, tiene una historia maravillosa. En 2018 se realizó una entevista a nuestro párroco, Padre Jorge Barros, en la revista Belga Virgen de los Pobres de Banneux, la cual se tituló: "Un regalo para Chile". En ella se relata el proyecto de la parroquia confiada a nuestro párroco, puesta bajo la protección de la Virgen de los Pobres y cómo fue posible construir en la parroquia una iglesia más grande para recibir a los católicos que cada día aumentaban más. Puedes descargar la entrevista en la parte de abajo.
Respecto a la historia de La Virgen de Banneux o Virgen de los pobres, Ella hizo ocho apariciones a la niña Mariette Beco del 15 de enero al 2 de marzo de 1933 en Bélgica y fueron aprobadas por la Santa Sede el 22 de agosto de 1949, una vez sucedido esto, la advocación y devoción se han propagado por todo el mundo.
Historia de Mariette y la Virgen
La Familia Beco
En 1933, la familia Beco se componía del matrimonio y siete hijos. Más tarde tendrían cuatro más. Mariette Beco era la mayor, nacida el viernes 25 de Marzo de 1921 (fiesta de la Anunciación que ese año coincide con el Viernes Santo). Pero en la casa de los Beco la religión no se practica, están influenciados por las malas corrientes de la época. Era el tiempo de la depresión y su padre, Julián Beco, era un obrero desempleado que hace años no asistía a la Iglesia. No se preocupaba de la educación religiosa de sus hijos. Tradicionalmente las madres son quienes mas alientan la vida cristiana en el hogar, pero la madre de la familia Beco, Louise, era también indiferente a la religión.
A Mariette se le consideraba una niña normal en todos los sentidos. No era muy devota antes de su experiencia con la Virgen. Influenciada por el ambiente de su casa hasta había abandonado las lecciones para su primera comunión. Sin embargo, tenía en la cabecera de su cama una imagen de la Virgen, guardaba un rosario que había encontrado y de vez en cuando rezaba con el antes de dormir.
Primera Aparición
Domingo, 15 de enero de 1933.
El invierno de 1933 fue extremadamente difícil. La nieve y el hielo han invadido la Fagne. Ráfagas frías soplaban por todas las rendijas.
Una noche oscura, alrededor de las siete de la tarde, Mariette se sentó en la ventana del frente de su casa y mientras cuidaba de hermanito bebé, miraba a fuera, buscando en la oscuridad de la noche por alguna señal de su hermano Julien de años, que tardaba en regresar a casa.
Ahí vio a la Virgen, nunca había visto antes a nadie tan hermoso. No vestía como las señoras de la aldea sino que usaba un vestido largo y blanco con una banda azul. Uno de sus pies se podía ver. Estaba descalza, con solo una rosa de oro sobre los dedos de los pies. Por el frío ella debía estar congelándose. Mariette se dio cuenta de que ella estaba elevada sobre la tierra, parada, como en una nube. No parecía tener nada de frío.
Luz, juventud, belleza, rostro risueño, vestido blanco, lazo azul, cara inclinada.
Mariette describe a la Virgen así:
"Era tan bella... tenía un rostro tan hermoso, con un bonito tono rosado en las mejillas (como también a veces tengo yo), un rostro delicado, tan joven, con una pequeña naríz muy fina; parecía una jovencita de 18 o 19 años."
La Santísima Virgen invitó a la niña con un gesto de su mano a acercarse a Ella.
Para seguir leyendo te invitamos a descargar el documento adjunto con las Ocho aparariciones de la Virgen a Mariette.