El Corazón de María, expresa el corazón físico que latía en el pecho de María, que entregó la sangre más pura para formar la Humanidad de Cristo, y en el que resonaron todos los dolores y alegrías sufridos a su lado; y el corazón espiritual, símbolo del amor más santo y tierno, más generoso y eficaz, que la hicieron corredentora, con el cúmulo de virtudes que adornan la persona excelsa de la Madre de Dios.
El Corazón es la raíz de su santidad, y el resumen de todas sus grandezas, porque todos sus Misterios se resumen en el amor.
María educó el corazón de su Niño, ella le enseñó a comer, hablar, rezar, leer y a comportarse en sociedad.
El evangelio de san Lucas, particularmente atento al período de la infancia, narra que Jesús en Nazaret estaba sujeto a José y a María (Lc 2,51). Y "María guardaba todas estas cosas en su corazón" (Lc 2,51).
Dios nos ofrece las fuerzas a través del del Corazón de María, nuestra Madre, Su Corazón es nuestra seguridad, nuestro tesoro inviolable. Dejemos nuestra vida en Su corazón, que como madre amorosa nos protegerá.