El 25 de julio, celebramos la solemnidad del Apóstol Santiago, Patrono de nuestra ciudad y de la Arquidiócesis. Testigo del Señor Jesús, llegó hasta los últimos confines de la tierra para anunciar la noticia de la salvación. El fue el primer apóstol que selló con su sangre la palabra de la fe, durante la persecución de Herodes Agripa en Jerusalén.
en este día oremos para que nuestra fe sea firme, para que nuestra esperanza viva, y para que como Santiago, seamos testigos de nuestro Señor Jesucristo.