Este día fue instaurado por el Congreso Nacional en 1994, en conmemoración de la muerte del Padre Hurtado, luchador incansable de la justicia social y de la dignidad de las personas en condición de pobreza.
Que en este día y en el mes de la Solidaridad que estamos viviendo, el ejemplo inspirador de San Alberto nos anime a reconocer en nuestra familia, amigos, trabajo y comunidad, el rostro de Cristo que nos interpela hoy.