En este tiempo estamos llamados a escuchar la voz de Dios con el corazón para vivir plenamente en solidaridad, imitando el modelo de Jesús y aportando con los dones y talentos que Dios nos ha dado y que son fundamentales para la construcción de su Reino. También queremos manifestar la solidaridad aportando en las alcancías de cuaresma de fraternidad y así apoyar a los adultos mayores de nuestro país.