Literatura y valores

Viernes 20 de Abril, 2018


 

Por María Luisa Lecaros

mllecarosm@gmail.com


Cuando Fu (Pooh) cayó en el atolladero al ir de visita

Clásico de la literatura infantil, en 1926 el británico A. A. Milne publica el primer volumen de cuentos sobre las vivencias del oso de peluche de Cristopher Robin. Las sencillas aventuras de estos amigos planos y estáticos, es decir, que resaltan por un rasgo en particular y que no evolucionan sicológicamente según avanza la historia, rescatan valores fundamentales como la solidaridad, la paciencia y el autocontrol.  

Esto se refleja en el capítulo segundo de la obra: “Cuando Fu cayó en el atolladero al ir de visita”. Winnie está desesperado; sus tarros de miel están vacíos. Decide ir a buscar miel donde Señor Conejo y desde el otro lado de la madriguera, grita:

–¿Hay alguien en casa?

–¡No! –se oye una voz, que añadió después–: no tienes que gritar tan fuerte. Te oí perfectamente la primera vez.

–¡Caramba! –dijo el oso Fu–. ¿Así que hay alguien aquí?...


Con grandes dificultades y un diálogo en el que resalta el absurdo y el sentido del humor, el Señor Conejo se ve obligado a dejarlo entrar. Ya en la madriguera, el oso pregunta a su amigo por miel. Winnie come y come, hasta vaciar cada uno de los tarros. Se despide de su amigo e intenta salir por el atolladero, pero ha engordado mucho y queda atascado en el atolladero. Varias jornadas de ayuno, a vista de todos los habitantes del bosque, lo llevan al firme convencimiento de que en adelante tendrá más autocontrol. Menos mal tiene los mejores amigos del mundo, que lo visitan, lo acompañan y le cubren la cabeza para que no pase frío. Un buen día Christopher Robin idea un plan: todos se unirán en una extensa cadena y tirarán con fuerza del oso. El resultado es el mejor; la solidaridad, esa virtud humana que tiene la especial característica que se vive en conjunto y que requiere de la generosidad de muchos para ser ejercida, ha logrado que Winnie salga del atolladero. ¿Qué hace entonces? ¿Aprendió la lección? Por ahora sólo piensa en esquivar el panal de abejas del árbol para llenar su estómago… 




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