Un espacio para detenerse y desde el silencio personal contemplar qué entrega cada uno en su servicio a la comunidad, fue la invitación del retiro para agentes pastorales de nuestra parroquia, realizado el sábado pasado junto al Centro de Espiritualidad Santa María.
Durante la mañana se invitó a los participantes a mirar en su interior, escuchar el corazón e identificar aquello que quisieran o necesitan pedirle al Señor para renovar su labor dentro de la parroquia.
A través de preguntas que tocaban el corazón de cada uno y del compartir fraterno fue transcurriendo la mañana de retiro.
Francisca y su esposo Juan Pablo, participaron de esta instancia y compartieron que están muy animados de poder servir en el acompañamiento a matrimonios. Con la experiencia del retiro se sientieron muy contentos.
"Me voy de este retiro con todo lo vivido, con los distintos testimonios", dice Francisca. Sobre la reflexión acerca de su servicio como agente pastoral expresa que para ella es importante "pedir la voz de Dios animarnos, estar abiertos a las necesidades de los demás porque si estamos entregando todo el tiempo no dejamos que los demás se abran".
"Siento que estamos en un momento de dar a los demás, dar por tanto que hemos recibido. Todos tenemos una misión en el mundo cualquiera sea su área, yo le pido al Señor que me de la luz necesaria para transmitir lo que él quiera transmiti a los demás, hay mucho que hacer. El matrimonio y la familia son las células básicas de la sociedad. Cada uno tiene que ser instrumento para el bien de la iglesia de la cual todos formamos parte", expresaó Juan Pablo.
Agradecemos a todos los agentes pastorales que vivieron este retiro, confiamos en que el Señor Jesús les acompañará para seguir adelante en su compromiso con la comunidad.
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