Lo primero que destaca nuestra coordinadora es lo que se vivió antes de la llegada de Francisco en las capacitaciones con los demás coordinadores de Santiago “sentí que trataron de prepararnos mucho no solo técnicamente si no también espiritualmente en temas como la iglesia, el Papa y Dios, tuve la suerte de preparar la mente y el corazón para recibir la palabra de Dios que el Papa nos trajo”.
Durante los días en que el Papa estuvo en Santiago, Florencia junto a voluntarios de la parroquia estuvieron apoyando en las calles y también en el Parque O’Higgins. “Estuvimos desde muy temprano esperando la llegada de la gente y apoyando en el reciclaje, educando a los peregrinos en el manejo de la basura y eso me hizo mucho sentido con todo lo que ha dicho el Francisco en su encíclica Laudato Si sobre el cuidado de la casa común y de la tierra. Fue muy entretenido, compartimos con otros voluntarios, fue una gran experiencia de sentir la comunidad de la iglesia, me hizo dar cuenta que ésta era una experiencia para vivirla con los demás”, dice la coordinadora.
“Más que tener la posibilidad de ver al Papa ser voluntaria fue un servicio a los peregrinos para hacer que los demás tuvieran una buena experiencia y acompañarlos en su encuentro con Cristo, lo demás se dio por añadidura”, dice Florencia.
Contenta por lo vivido, Florencia termina su testimonio convencida de que volvería repetir la experiencia, “reavivó mi fe y me hizo ver que la fe la tengo que vivir en comunidad”.
Oremos por todos los voluntarios papales de nuestra parroquia para que la experiencia de servicio que vivieron les de muchos frutos.
